KEYNESIANISMO

Teoría económica basada en las ideas de John Maynard Keynes.  Sus ideas fundamentales las plasmó en el libro 'Teoría general sobre el empleo, el interés y el dinero', publicado en 1936, buscando solucionar los problemas que desde  principios de 1930 concurrían en la economía mundial, periodo conocido como la Gran Depresión. John Maynard Keynes es tenido en cuenta como uno de los economistas más influyente de todos los tiempos.

BIOGRAFÍA
Economista inglés (Cambridge, 1883 - Firle, Sussex, 1946). Recibió una educación de élite en Eton y Cambridge, orientándose hacia la economía por consejo de su maestro, Alfred Marshall. Tras un breve periodo trabajando en el servicio administrativo británico para la India, en 1909 entró como profesor en el King's College de Cambridge, donde enseñaría economía hasta su muerte. Fue un hombre de vasta cultura, un humanista erudito y de prosa exquisita, gran orador, contertulio y mecenas de intelectuales y artistas; pero también fue un hombre de mundo interesado por los asuntos políticos y por la economía práctica, dedicando parte de su tiempo a negocios ajenos y propios con los que llegaría a hacerse millonario.


Todos sus escritos económicos fueron respuesta a problemas acuciantes de la economía de su tiempo. Así, como fruto de su trabajo en la Administración colonial, escribió La moneda india y las finanzas (1913). Las consecuencias económicas de la paz (1919) fue resultado de su participación como representante del Tesoro en la delegación británica enviada a negociar el Tratado de Versalles después de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial (1914-18); Keynes dimitió de aquel cargo para mostrar su desacuerdo con las duras condiciones impuestas a los vencidos y escribió este libro para argumentar que tales condiciones, fruto de un espíritu de venganza, serían imposibles de cumplir y conducirían a la ruina económica de Alemania, con graves consecuencias para el resto del mundo.

Desgraciadamente, el tiempo demostró que sus previsiones eran acertadas y Keynes volvió sobre el tema en Una revisión del tratado (1922). Las cuestiones monetarias siguieron atrayendo su atención en el Tratado sobre la reforma monetaria (1923) y el Tratado sobre el dinero (1930), en donde criticó respectivamente la adhesión al patrón oro y la teoría cuantitativa de la moneda.

Pero su obra decisiva fue la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero(1936), con la que dio una respuesta definitiva a la grave depresión económica desencadenada en todo el mundo a partir del crash de la Bolsa de Nueva York de 1929. Retomando intuiciones olvidadas de los teóricos del subconsumo (como Malthus), Keynes indicó que la causa de la crisis era la insuficiencia de la demanda, debida a la creciente propensión marginal al ahorro de las sociedades desarrolladas (esto es: que a medida que aumenta la renta, es mayor la parte de ésta que se destina al ahorro y menor la que se dedica al consumo, con lo que una parte de la producción no encuentra comprador).

En su opinión, el desempleo así originado no podía remediarse únicamente con medidas monetarias. La debilidad del consumo privado sólo podía remediarse incrementando el gasto público en periodos de recesión, haciendo que el Estado incurriera en un déficit para crear demanda adicional. La importancia de los puntos de vista contenidos en aquel libro fue tal que fundó toda una rama de la teoría económica moderna, la macroeconomía, dedicada a explorar las relaciones entre los grandes agregados de la renta nacional.

Tras vencer las resistencias conservadoras de la ortodoxia liberal, la «revolución keynesiana» fue penetrando en el mundo académico y en las políticas económicas de los países: influyó quizá sobre el New Deal de Franklin D. Roosevelt, pero fue sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial (1939-45) cuando se extendió como una nueva ortodoxia, determinando las políticas económicas de todo el mundo occidental durante más de tres décadas de crecimiento sostenido. Los partidos conservadores y liberales se sumaron a esta política capaz de devolver la estabilidad al sistema capitalista después de los sobresaltos del periodo de entreguerras; e incluso los socialdemócratas la aceptaron con entusiasmo, en la medida en que justificaba la intervención del Estado en la economía y el crecimiento del sector público.

El prestigio alcanzado por Keynes fue tal que el rey Jorge VI le nombró barón en 1942, ingresando en la Cámara de los Lores. Al final de su vida ejerció una influencia directa sobre la política económica de su país como director del Banco de Inglaterra y asesor del ministro del Tesoro. En 1944 presidió la delegación británica en la Conferencia de Bretton Woods, donde contribuyó a dar forma al Fondo Monetario Internacional.


En 1946 falleció víctima de un ataque al corazón




APUNTES SOBRE LA ECONOMÍA Y LOS ECONOMISTAS

Respuesta de Keynes cuando fue preguntado sobre su visión de la economía:
“El estudio de la economía no parece exigir ningún don especializado de un orden excepcionalmente superior. ¿No es una disciplina muy fácil comparada con las ramas superiores de la filosofía o la ciencia pura? ¡Una disciplina fácil de la que muy pocos sobresalen! La paradoja tal vez tenga su explicación en que el economista experto debe poseer una rara combinación de dones. Debe ser en cierta medida, matemático, historiador, estadista, filosofo. Debe comprender los símbolos y hablar en palabras. Debe contemplar lo particular desde la óptica de lo general y considerar en un mismo razonamiento lo abstracto y lo concreto.Debe estudiar el presente pensando en el futuro. Ningún aspecto de la naturaleza del hombre o de sus instituciones debe quedarse al margen de su consideración. Debe ser simultáneamente decidido y desinteresado; tan distante e incorruptible como un artista y, sin embargo a veces tan cerca del suelo como un político”.

APLICACIONES DE SUS IDEAS


Las aportaciones de Keynes son muchas y muy importantes, las cuales siguen vigentes hasta en la actualidad, preponderando conceptos como tipo de interés, dinero y empleo.
Con él se retorno a los problemas macroeconómicos, donde se cuestionaba la intervención del Estado en la economía.


En las teorías de Keynes se trataron nuevos temas como la inflación, la devaluación y el análisis  cortoplacista, dado que le interesaban las circunstancias presentes dado  que ' a largo plazo todos muertos'.

 Abogaba  por que la política fiscal y la política económica adoptaran medidas para influir en la demanda agregada, como reflejo del crecimiento económico y del empleo.

El surgimiento del interés por el monetarismo (y por otros conceptos macroeconómicos) no podría haber sido posible sin el contrapunto del pensamiento y de la política keynesiana.
Hay que recordar que Keynes vivió en un momento difícil para la economía mundial ya que él sufrió la depresión de los años 30 y las dos guerras mundiales.


Keynes no vivió para ver la masiva influencia de sus ideas, pero los políticos, los economistas, los contribuyentes y los historiadores del pensamiento económico lo han hecho. 
Independientemente de las opiniones de partidarios y  detractores, lo cierto es que Keynes revolucionó el pensamiento económico, influenciando la toma de decisiones de los futuros gestores públicos de manera decisiva.







JOHN MAYNARD KEYNES


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